La cuestión de la participación de deportistas rusos y bielorrusos en competiciones internacionales -y por tanto en los Juegos de París 2024- no ha dejado de agitar a la comunidad deportiva mundial. A fines de febrero de 2022, el Comité Olímpico Internacional (COI) prohibió a los atletas de estos dos países debido a la invasión militar rusa de Ucrania. Antes de cambiar de postura, once meses después, en enero, y especialmente en marzo, recomendaba a las federaciones internacionales que permitieran el regreso a la competición de estos atletas bajo una bandera neutral.
Pero esto solo se puede hacer bajo condiciones: primero, que no completen la guerra en Ucrania; entonces ellos satisfacen “todos los requisitos antidopaje aplicables a ellos”, como se especifica en la decisión del COI.
O, al respecto, los rusos no presentan las mejores garantías. Acusada de dopaje estatal organizado, en vísperas de los Juegos de Río en 2016, Rusia había sido excluida de las competiciones internacionales por el Tribunal de Arbitraje del Deporte hasta diciembre de 2022; sin embargo, sus “propios” atletas pudieron competir en condición neutral en el Juegos desde Tokio en el verano de 2021, luego desde Beijing en febrero de 2022.
La sanción ciertamente ha sido levantada por seis meses. Vierta tanto, “La Agencia Mundial Antidopaje [AMA] no reconoce a la agencia rusa Rusada como cumplidora del Código Mundial Antidopaje”observa Jérémy Roubin, secretario general de la Agencia Francesa Antidopaje (AFLD).
“Trabajo de investigación”
Entonces, ¿qué fiabilidad, qué valor científico hay que darle a las pruebas que realiza Rusada, que, a falta de un laboratorio homologado, envía sus muestras para su análisis a Turquía o Qatar? Y si la agencia rusa no cumple, ¿quién controlará a los atletas rusos? ¿Cómo se asegura de que hayan cumplido los requisitos de la comunidad mundial antidopaje? “Es un tema que se nos escapa, pero sobre la forma de controlar a los deportistas rusos y bielorrusos que vendrán a nuestro territorio”intenta tranquilizar a Dominique Laurent, presidente de la AFLD.
La AMA sostiene que los atletas de ambos países continúan siendo evaluados. “Todo el año funciona un programa antidopaje, parte depende de la agencia rusa, pero también gran parte de las federaciones internacionales”recordó, en marzo, Olivier Niggli, director general del organismo internacional, a la Agence France-Presse.
Responsable del programa antidopaje de 27 de las 33 federaciones olímpicas de verano (fútbol, rugby, tenis, atletismo, pentatlón moderno y vela tienen su propia estructura), la Agencia Internacional de Pruebas (ITA) confirma: “Nuestro trabajo con los rusos y los bielorrusos nunca se detuvo. Lo único que ha cambiado es que no hay más controles en competición ya que han sido suspendidos, asegura Benjamin Cohen, director general de la ITA. Pero nuestros programas de pruebas fuera de competencia y nuestro trabajo de investigación e inteligencia no se han detenido. A pesar del dolor de cabeza logístico, los rusos fueron probados de la misma manera que todos los demás. »
Le queda por leer el 29,48% de este artículo. Lo siguiente es solo para suscriptores.