El titular del Juzgado de Instrucción 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre López, apunta a que la investigación del llamado caso Negreira, en el que se investiga el pago, entre 2001 y 2018, de más de 7 millones de euros por parte del FC Barcelona al que fuera vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) José María Enríquez Negreira ha destapado la existencia de una “corrupción sistémica” en el arbitraje del fútbol español que pretendía favorecer al equipo blaugrana. En el auto en el que rechaza el recurso presentado por el expresidente del equipo catalán Josep María Bartomeu contra la personación como acusación del Real Madrid, el magistrado señala que, de lo investigado hasta ahora, se deduce que Enríquez Negreira utilizó su cargo para favorecer a árbitros “afines” para que dirigieran “partidos relevantes de La Liga o Copa y partidos internacionales o incluso mantener la categoría, aumentando así sus ingresos de manera muy importante”.
En su resolución judicial ―fechada el pasado 23 de agosto pero que ha sido comunicada este martes a las partes junto a otros cuatro autos―, el juez Aguirre considera que esto supone “una forma novedosa” de compra de árbitros, alejada “del tradicional método de pago para un partido concreto”, que afectaría “a todos los equipos de la Primera División actual y a los de los años anteriores que abarca la instrucción”. El magistrado señala que es una “posibilidad lógica” que los pagos del FC Barcelona a Enríquez Negreira y a sociedades vinculadas a este presuntamente buscaba que “le beneficiara con cierta toma de decisiones en el seno del colectivo arbitral, lo cual hubiera redundado obligatoriamente en perjuicio de los demás equipos”.
“Se presume por pura lógica que el FC Barcelona no pagaría al vicepresidente Negreira en torno a 7 millones de euros desde el año 2001 si no le beneficiara”, añade el juez. Por ello, ello, el auto abre la puerta a que “cualquier equipo de la Primera División que haya coincidido con el FC Barcelona durante los años objeto de investigación” pueda personarse en la causa como acusación particular, como ya ha hecho el equipo blanco, el único club que lo ha hecho hasta el momento como perjudicado.
En su resolución, el magistrado recuerda que Enríquez Negreira era uno de los tres vicepresidente del CTA, perteneciente a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) que tenía, entre otras funciones, “designar a los árbitros encargados de dirigir los partidos de Primera División, categoría a la que pertenece el FC Barcelona”. El juez añade que este comité era también el responsable “de manera exclusiva” de “clasificar técnicamente a los árbitros a tenor de las correspondientes evaluaciones” y proponer a la RFEF el ascenso o descenso de los mismos en las categorías del fútbol profesional. Además, el CTA también proponía qué colegiados eran candidatos a dirigir encuentros internacionales y a designar a los “delegados informadores” que, precisamente, debían “observar y calificar las actuaciones de los colegiados” y, en su caso, aplicaba un denominado “índice corrector”.
Este último elemento es el que, en opinión del exárbitro Estrada Fernández, que presentó la querella contra Negreira, permitía supuestamente a este controlar el sistema de calificación de árbitros para favorecer a los colegiados cercanos a él. En este sentido, el juez recuerda que varios árbitros retirados han calificado este “índice corrector”, en declaraciones a diversos medios de comunicación, como “corruptor en tono de burla” ya que “no atendía a criterios conocidos”, de tal modo que provocaba “una discrepancia entre el nivel técnico real de cada árbitro y su clasificiación en unas categorías internas del CTA que le daban acceso a la internacionalidad y, así como al cobro de más dinero anualmente”. El juez pide a la Guardia Civil que confirme “la veracidad de estas sospechas”.
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