El Madrid tiene una sospecha en una final confusa del árbitro |  Fútbol |  Deportar

El Madrid tiene una sospecha en una final confusa del árbitro | Fútbol | Deportar

El partido se presagiaba de forma volcánica con el regreso de Vinicius a Mestalla, pero tras una noche tensa pero incruenta, la erupción del final provocó que el desconocido en el modo arbitral diera por finalizado el partido. Este es un último córner, que será el último, pero no es así. Brahim reconoció el partido, giró al centro, y luego jugó con el balón y éste voló, mientras Bellingham lograba el 2-3 y Gil Manzano ya estaba en el centro de un partido. Entonces conocí a Vinicius, pero no me lo esperaba. Brasil superó la presión ambiental con dos goles, pero distintos a los habituales. Echemos un vistazo a una pequeña zona en la noche que no vimos como burla para Foulquier. Pero no basta con que el Madrid recupere la buena función que destruyó muy intensamente al Valencia.

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Mamardashvili, Foulquier, Gayá, Cristhian Ibarguen, Mouctar Diakhaby (Cenk Özkacar, min. 89), Francisco Martínez (Peter Federico, min. 72), Sergi Canos (Hugo Guillamón, min. 57), Javi Guerra, Pepelu, Yaremchuk (Diego López, minuto 57) y Hugo Duro

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Real Madrid

Andriy Lunin, Dani Carvajal, Rüdiger, Ferland Mendy (Fran García, min. 72), Aurélien Tchouameni, Kroos (Modric, min. 63), Camavinga (Joselu, min. 72), Federico Valverde (Nacho, min. 85), Jude Bellingham, Vinicius Júnior y Rodrygo (Brahim Díaz, min. 63)

goles 1-0 minutos. 27: Hugo Duro. 2-0 minutos. 30: Yaremchuk. 2-1 minutos. 50: Vinicius Júnior. 2-2 minutos. 75: Vinicius Júnior.

Árbitro Jesús Gil Manzano.

Tarjetas amarillas Yaremchuk (min. 3), Vinicius Junior (min. 71), Federico Valverde (min. 80) y Mouctar Diakhaby (min. 82)

tarjetas rojas Jude Bellingham (mín.99)

La Real adoraba el partido, bajando las pulsaciones de un choque que llevaba casi diez meseseses calentándose, meciendo la pelota de un lado a otro en la lejanía. Pero el Valencia no tenía costumbre de hacerlo, sino que se dejó envalentonar por la emoción, y cabalgándola, desató el control del rival. En los primeros 30 segundos tuviste un tirado sobre la hierba con errores de Rodrygo y Vinicius.

Baraja envió a los suyos a prepararse para venir, a provocar caídas en este suave control de Madrid. Kroos, Valverde y Camavinga conquistaron la pelota de inicio, esperando que ya no puedan competir en solitario, si no la medida que le dio a Vinicius el cascabel de los silbidos. El brasileño entra al campo con las pulsaciones bajas. Después de recibir el balón, se sacudió el balón. Parecía dispuesto a poco, pero con poco era la única amenaza. Luego en Bellingham en la zona con un paso con el exterior y la primera vez que se lanza a carrera, más de 20 minutos después del principio, Foulquier lo abandonó al encontrarse con un palmo de pisar en el área.

El restaurante madrileño fue particularmente destacado y tuvo que pasar el tiempo. El Valencia no coge mucho balón, pero aguanta el momento con hambre. Javi Guerra hizo una mala jugada, libro de Camavinga con una buena devolución y destruyó el caos. Se encontró con Foulquier por la derecha, que avanzó hasta la zaga perseguido por Vinicius. El brasileño robó, pero la pérdida se desarrolló y los francos ganaron un centro al otro lado. Se enteró de que Fran Pérez, que disparó mal, pero Hugo Duro, con un reflejo extraordinario, convirtió el mal pase en buen pase y se lanzó a la roja.

Esto desconcertó tanto al Madrid que Carvajal se equivocó en un paso sencillo. Yaremchuk reconoció el regalo, habló con su compatriota Lunin y jugó con el Real con el segundo. Se presentó en Mestalla como si fuera a sumarse a la paz mundial y se reunió con dos sopapos de esos que añoran la desesperación. Tenían el balón, pero el dominio del centro del campo había caído en manos de Javi Guerra y Pepelu, pero no recibieron a los abogados que adquirieron una formidable jerarquía.

Los de Ancelotti salieron a la esperanza con Carvajal, que había cometido el error del 2-0 y lo compensó con un paso rasado en el área que superó a Mamardashvili y se encontró con Vinicius para acercarse audescanso al marcador.

La Real hizo gala de diplomacia en el vestuario y el Valencia intuyó la amenaza. Bellingham mandó una defensa con un defensor en zona y Mamardashvili fue batido con la jugada que se le apareció en ella. Baraja entiende que el venía encima y no dejarlo crujir. Intervino y presentó a Guillamón y Diego López, quienes entraron discutiendo un reportaje sobre una línea de metro. Pero a Lunin le tocó lo imposible: también esperó el golpe con las tartas y se mantuvo en Madrid en la pelea.

Ancelotti entendió que había acabado con la época del cartesianismo de Kroos y apostó por el creador desordenado de Modric, que entró acompañado de Brahim. El malagueño debe ser instantáneo. Es un agitador indescriptible. Muy cerca del palo un disparo con el exterior y poco después el balón flotaba en puerta, Vinicius cazó la posó con la cabeza y volvió a anotar.

El Madrid buscó más y el Valencia seguía encendido. Los Intercambiaron lograron que Gil Manzano perdiera el caos en la final.

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By Leo Nordström

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