ACuando Francia se prepara para acoger, este verano, el acontecimiento deportivo más importante organizado en su territorio en las últimas décadas, la muy probable atribución de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030 a los Alpes franceses puede dejarnos sin palabras. Por el calendario: 2030 es una perspectiva muy cercana para los Juegos de París. Pero también porque este megaevento tendrá lugar en los Alpes, un territorio que simboliza la vulnerabilidad al cambio climático y las necesarias transformaciones de los modelos económico-turísticos.
Sin embargo, hay muchos motivos para alegrarse, según François de Canson, vicepresidente de la región Provenza-Alpes-Costa Azul, que, junto con Auvernia-Ródano-Alpes, apoyó la candidatura francesa al Comité Olímpico Internacional. (COI). Cree que estos Juegos de Invierno serán una oportunidad fantástica para mantener, después de París, el entusiasmo popular en torno a los Juegos Olímpicos, hacer soñar a los jóvenes con los deportes de tabla, fomentar las vocaciones,“atraer visitantes a la nieve y la montaña”.
Todo ello en un contexto en el que las estaciones de esquí, incluso las de gran altitud, están viendo debilitarse su modelo. Con el paso de los años, las estaciones se acortan, la nieve se vuelve más incierta – un estudio de referencia revela que un tercio de las estaciones alpinas tendrán graves problemas de nieve en 2050, incluso con la adición de nieve artificial. La venta de paquetes ya está estancada, o incluso disminuyendo, mientras que los complejos turísticos deben rentabilizar sus últimas inversiones en remontes mecánicos y bienes raíces. Los jóvenes franceses sueñan menos con esquiar. Los clientes extranjeros se han vuelto esenciales. Los Juegos Olímpicos dieron así a este modelo una oportunidad inesperada de ampliar sus horizontes.
Apoyo politico
Además, estos Juegos serían una oportunidad para validar proyectos de infraestructuras (trenes, rutas, ascensores de valle, etc.), mientras que las estaciones alpinas son difícilmente accesibles en tren y las rutas están congestionadas, especialmente en el valle de Tarentaise. “En una ventana de disparo que nos permitirá ir mucho más rápido”opina Jean-Luc Boch, presidente de la asociación nacional de alcaldes de estaciones de montaña.
Por eso no sorprende que muchos cargos electos y empresas apoyen esta candidatura. Este apoyo político, hasta el más alto nivel del Estado, fue también un elemento decisivo para el COI. Los organizadores también facilitaron una encuesta, método cuyas limitaciones son bien conocidas, que demuestra el apoyo popular al evento. Además, estos Juegos, presentados como “sobrio y responsable”utilizará “al 95% » las infraestructuras existentes, en particular las de los Juegos de Albertville (1992).
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