contracohesión nacional, resiliencia, “convivencia” versus “individualización de la sociedad”, “descivilización”, incluso “salvaje”… ¿Cuántas veces estas palabras han marcado el debate público en los últimos años? Sin duda, desde entonces la desestructuración del cuerpo social se ha vuelto evidente para muchos franceses.
Como reacción a este proceso de fractura y miedo, algunos se refugian en la construcción de un espacio entre ellos, erigiendo barreras invisibles con la esperanza de que estos los protejan a ellos y a sus hijos; los demás, especialmente los más jóvenes, se encierran en sus burbujas sociales o culturales en busca de referentes que la República ya no les ofrece.
Este fenómeno ahora afecta también las relaciones entre los residentes urbanos y rurales. La desconfianza ha primado sobre la fraternidad y el sentimiento de que todos pertenecemos, a pesar de nuestras diferencias, al mismo cuerpo social. Afuera, llegamos a 2024 y las tensiones y los conflictos aumentan en un mundo que se tambalea peligrosamente.
Responder a un cuerpo social parcialmente desconectado
La guerra está a las puertas de Europa. Nuestra seguridad nacional está siendo reexaminada a pesar de que nuestro esfuerzo de defensa se ha duplicado en diez años. De hecho, los ejércitos occidentales mejor equipados presentan la fragilidad de un cuerpo social parcialmente desconectado, un fenómeno que afecta a todas las democracias modernas. Sobre la base de esta doble observación, Emmanuel Macron implementó, en 2019, el proyecto de su programa presidencial al que parece más apegado: el servicio nacional universal (SNU).
El impulso iniciado por el Ministro de Educación Nacional en materia de comportamiento en la escuela y contenidos educativos (fortalecimiento de la educación cívica y de los fundamentos) no puede ser suficiente para “ rearme cívico » anunciado por el Presidente de la República durante sus felicitaciones y que exige una gran mayoría de franceses. La escuela no puede hacerlo todo. Se basa en la emancipación individual de cada joven para permitirle construir una mente crítica y las condiciones necesarias para su ingreso a la vida profesional.
Promover la apropiación del colectivo, dar visibilidad a quienes no vemos, crear diversidad social y, por tanto, fomentar un espíritu de cohesión en torno a proyectos comunes, esto es a lo que, por otro lado, el servicio nacional universal puede responder.
Encuentre los pocos beneficios del servicio militar
El SNU, antes de ser un elemento que contribuye a la defensa nacional, aunque pueda ser su base en el futuro, es sobre todo un vector de cohesión social del que el país perdió parte de sus beneficios durante la suspensión del servicio militar en 1997.
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