“En nuestra época, el entrenador mental no tenía ningún lugar en los Juegos, estábamos acostumbrados a tener un cocinero con nosotros: preferíamos comer bien que mejora nuestra capacidad mental. » En boca de Jean-François Lamour, la fórmula es, por supuesto, un poco caricaturizada, pero dice mucho del camino recorrido desde el final de la carrera del doble campeón olímpico de sable (1984 y 1988), abanderado de la delegación francesa en 1992 en Barcelona.
En el verano de 2024, tres psicólogos acompañarán efectivamente a la delegación francesa durante los Juegos Olímpicos (JO), del 26 de julio al 11 de agosto, y los Juegos Paralímpicos, del 28 de agosto al 8 de septiembre. En cuanto a los preparadores mentales de los deportistas de la selección francesa, todos, o casi todos, se habrán fijado en la capital. Es impensable que un deportista de alto nivel prescinda de una herramienta al servicio del rendimiento, especialmente cuando se aspira al Grial, una medalla olímpica.
La importancia de la preparación mental es hoy reconocida por la gran mayoría de federaciones deportivas y integrada en los programas de entrenamiento, ya sea de forma individual o colectiva. Entre los anglosajones la cuestión no se debate desde hace mucho tiempo.
En Francia, no hace mucho que los entrenadores, las federaciones o los propios deportistas observaban con recelo, incluso desconfianza, a estos nuevos actores que habían venido a interferir en el proyecto deportivo. En 2010, el Círculo de Nageurs de Marsella fue el primer club de natación nacional en integrar un entrenador mental. “Al principio fuimos criticados por otros clubes, recuerda a la nadadora Camille Lacourt, cinco veces campeona del mundo, retirada desde 2017, para ellos, si lo invocamos, era porque éramos débiles. »
Buenos estudiantes
Desde entonces, los viejos bromistas se han subido a la ola y la Federación Francesa de Natación ha asignado un referente “mental” a cada una de sus disciplinas (saltos, waterpolo, natación artística, clases de natación, aguas abiertas). La Federación se encuentra entre los buenos estudiantes, junto con el rugby, el atletismo, el remo y la vela.
La Federación Francesa de Rugby (FFR), con diferencia la más avanzada, es hoy considerada un modelo para el deporte francés. Los primeros directivos técnicos comenzaron a trabajar en la dimensión psicológica en 1999. Casi veinticinco años después, “Todos los equipos franceses cuentan con al menos un miembro de su dirección formado en los fundamentos de la psicología deportiva”, Lo atestigua Mickaël Campo, responsable de preparación mental de la FFR, que creó un diploma de sensibilización destinado a los entrenadores en 2019.
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