Queda poco tiempo para que los equipos clasificados para la fase final de la Copa Africana de Naciones (CAN) se preparen para la competición que se inaugurará el 13 de enero en Abiyán, Costa de Marfil. La Federación Internacional de Fútbol (FIFA) ha decidido que los internacionales serán puestos a su disposición por su club a más tardar el martes 2 de enero, es decir, once días antes del inicio de los partidos. Un breve pero crucial descanso para el cuerpo técnico y los jugadores.
A falta de algo mejor, determinados seleccionadores, como Djamel Belmadi (Argelia), Sébastien Desabre (República Democrática del Congo, RDC), Hubert Velud (Burkina Faso) o Eric Chelle (Malí), comenzaron las etapas a finales de diciembre de 2023. con dotación de personal incompleta. “Los jugadores llegan en distintos estados de forma. Algunos están cansados porque ya han jugado mucho en el club, otros por el contrario han tenido poco tiempo de juego y están llenos de dudas. Por tanto, debemos valorar el nivel físico de cada uno, pero también su nivel mental en este momento. Cada detalle es importante, cada minuto cuenta »subraya el francés Claude Le Roy, que llevó a varios equipos a la fase final y ganó la CAN en 1988 con los Leones Indomables.
Este tiempo de preparación es tanto más valioso cuanto que la competencia que se avecina es dura. Algunas selecciones favorecen los entrenamientos en casa, como Costa de Marfil, Marruecos, Túnez, Egipto, Mali o Sudáfrica. Otros prefirieron emigrar: Argelia, por ejemplo, eligió Togo, país con un clima comparable al de Costa de Marfil, mientras que otros optaron por Arabia Saudita (Zambia, Camerún) o los Emiratos Árabes Unidos (Guinea, Nigeria, Burkina, Angola). y República Democrática del Congo) para poder beneficiarse de instalaciones deportivas de alto nivel y encontrar fácilmente oponentes para jugar partidos amistosos.
“Marco demasiado rígido”
En 2002, para preparar la CAN que se celebraría ese año en Mali, el seleccionador francés Bruno Metsu optó por quedarse en el Dakar e instalar a sus jugadores en un hotel de la capital senegalesa situado junto al mar, donde tenían sus costumbres los Leones de Teranga. “El entrenador sabía que la vida en aislamiento no siempre es fácil de gestionar. Tuvo la inteligencia de no encerrarnos en un marco demasiado rígido y de concedernos ciertas libertades”, recuerda el ex defensa Ferdinand Coly. Una estrategia que dio sus frutos: por primera vez en su historia, Senegal alcanzó la final contra Camerún, entonces campeón defensor (0-0, 2-3 en los penaltis).
Bruno Metsu, fallecido en 2013, supo ser exigente, pero nunca dudó en participar en los momentos de relajación que concedían a sus jugadores. “Trabajamos mucho, relata Fernando Coly. No siempre fue divertido, había competencia, pero el entrenador supo dejar ir a la novia: teníamos permisos de salida, organizaba comidas alrededor de la piscina. Todos estos detalles sumados hicieron que el ambiente de trabajo fuera agradable y esto contribuyó a nuestro buen desempeño. »
Otros técnicos prefieren instalar a sus jugadores en una burbuja, sin permitir realmente que el público asista a ningún entrenamiento y rechazando cualquier petición de los medios. Pero es una apuesta arriesgada. “Una competencia como la CAN genera presiónSe reunió con el técnico francés Claude Le Roy de turno. Si convierte su lugar de entrenamiento en un campamento atrincherado y dedica su tiempo a monitorear cada movimiento de los jugadores, corren el riesgo de llegar estresados a la competencia. También necesitan poder pensar en otra cosa. Incluso si eso significa tomar medidas enérgicas si algunas personas se desvían demasiado del marco. »
“Una alegría beneficiosa”
Es este método, que combina rigor y relajación, el que ha hecho triunfar al francés Hervé Renard, ex diputado de Claude Le Roy en Ghana. El actual entrenador de la selección francesa de fútbol femenino ha ganado dos veces la CAN, en 2015 con Costa de Marfil y en 2012 con Zambia, para sorpresa de todos. “Ese año no tuvimos la mejor alineación del torneo y la preparación jugó un papel muy importante. Elegí Johannesburgo como lugar porque era un lugar que mis jugadores conocían bien. Hicimos partidos amistosos de buena calidad, lo que le dio aún más confianza al grupo”recuerda el Saboya.
La experiencia adquirida en Ghana le permitió definir mejor los detalles a los que los jugadores africanos pueden ser sensibles, como la presencia casi permanente de la música, en el autobús, en los vestuarios e incluso durante determinadas comidas. “Para mí, la preparación sin música es inconcebible. La música aporta energía y alegría beneficiosa al ambiente de trabajo. Si los jugadores están contentos, se notará en el campo”. cree Hervé Renard.
Pero el buen humor que puede reinar durante la preparación no es una defensa contra las malas noticias. Argelia acaba de vivir la amarga experiencia de esto, registrando 1oh En enero se produjo la retirada por lesión de Amine Gouiri (Stade Rennais) durante el breve encuentro organizado en Sidi Moussa, cerca de Argel, antes de partir hacia Togo. El delantero argelino probablemente no será el último en tener que renunciar a la CAN.