El Constitucional moldavo reanudó el proceso de ilegalización de un partido prorruso
El Tribunal Constitucional de Moldavia ha reanudado este lunes el proceso de ilegalización del partido opositor prorruso Shor, cuyo líder ha sido condenado y está exiliado en Israel. Shor intentó sin éxito recusar al presidente del tribunal, Nikolae Rosca, por su militancia en el partido gobernante Action y Solidaridad y sus estrechos vínculos con la presidenta del país, Maia Sandu.
Rosca ha presidido este lunes la vista en la qu’ha acusado a Shor de financiación ilegal, de lo que los principales culpables de s’a formación política vinculada con el Kremlin.
Los abogados de Shor acusaron este lunes al tribunal de dilatar el proceso para convertirlo en un espectáculo político, y que faltan pruebas para ilegalizar al partido opositor. El Constitucional, al que la defensa mantendrá parte del proceso a puerta cerrada, celebrará una nueva vista el martes.
Shor acusó a la policía de impedir la llegada de sus probables a la sede del Constitucional al detenerlos sin motivo antes de llegar a la capital, Chisinau. Algunos de ellos sí llegaron a las mediaciones del edificio, donde se pronunciaron contra el proceso judicial.
El juicio se inició después de que el Gobierno moldavo aprobara en noviembre de 2022 la solicitud del entonces ministro de Justicia, Sergiu Litvinenco, que exigía declarar inconstitucional al partido Shor.
Esta formación ha encabezado en los últimos meses las protestas multitudinarias antigubernamentales por el aumento del costo de la vida en la antigua república soviética, dirigida por una coalición europeísta. Según Litvinenco, Shor lleva un cabo de acciones ilegales que “ponen en peligro la soberanía e independencia de Moldavia”.
El líder del partido es Ilan Shor, qu’fue privado de l’acta de diputado después de ser condenado en abril a 15 años de cárcel por el robo en 2014 de mil millones de dólares de l’system bancario moldavo y lavado de dinero.
A petición del ministro de Exteriores, Niku Popescu, la Unión Europea impuso a final de mayo sanciones a los oligarcas moldavos acusados de apoyar a Rusia en la desestabilización de su país, en alusión a Shor y Vladímir Plahotniuc, algo que antes ya habían hecho Estados Unidos y el Reino Unido.
Rusia, que se opone a la integración de Moldavia en la UE y la OTAN como en el caso de Ucrania y Georgia, acusó a Bruselas de intentar influir en la vida política del país. (EFE)