Jada Pinkett Smith desvela que lleva siete años separada de Will Smith: “Cuando le conocí, abandoné mi salud mental” | Gente

Jada Pinkett Smith desvela que lleva siete años separada de Will Smith: “Cuando le conocí, abandoné mi salud mental” | Gente

Entre los muchos libros de memorias de famosos que se lanzan esta temporada, las revelaciones que trae el de Jada Pinkett Smith (Baltimore, 52 años) parecen estar colocándose en el podio de dejar bocas abiertas. La actriz y presentadora ha desvelado en un adelanto de su libro Worthy, que llegará a las librerías el próximo 17 de octubre, que sus padres consumían drogas con frecuencia y que ella misma las vendió en su juventud en Baltimore. Que ha luchado contra la depresión y los pensamientos suicidas. Y que lleva separada más de siete años del hombre con el que se casó hace 26, y es padre de sus dos hijos, la superestrella mundial Will Smith.

La historia de Pinkett Smith llega a través de un adelanto del libro que ha logrado en exclusiva la revista People, que también ha hecho una larga entrevista con ella que ha llevado a la portada de su número en papel de esta semana. En ella, la intérprete explica su infancia y sus problemas de salud mental, y también uno de los episodios más controvertidos que le ha tocado vivir: el bofetón de Will Smith a Chris Rock en los Oscar de 2022, un momento que dio la vuelta al mundo y que provocó millones de comentarios, además de tener graves consecuencias, puesto que la Academia le pidió al actor y cantante que dejara de ser miembro. De hecho, es a partir de recordar ese momento cuando explica que ella y el actor de Men in Black hacen vidas separadas desde 2016. Mucho antes de esa polémica entrega de premios en la que él se llevó el Oscar a mejor actor.

En su biografía, la presentadora cuenta que llegó a los Oscar de 2022 con un mal presentimiento, porque Chris Rock ya había hecho una broma sobre ella en esa misma gala años atrás, precisamente en 2016, en la entrega llamada OscarsSoWhite (unos Oscar demasiado blancos), donde Rock puso en cuestión que los galardones más importantes de la industria del cine fueran racistas. Entonces dijo sobre ella, que había decido no ir a la ceremonia por la falta de diversidad: “Jada Pinkett Smith boicoteando los Oscar es como si yo boicoteara los pantis de Rihanna. No estaba invitado”. Por eso, en 2022 Pinkett Smith intentaba “ser optimista, había pasado mucho tiempo, son los Oscar, no habrá más malentendidos seguro que lo hará bien”, cuenta ahora, pero se temía lo peor; “No va a poder evitarlo”. Y lo peor ocurrió.

El resto es historia: él hizo un chiste sobre ella y su alopecia comparándola con la cinematográfica teniente O’Neill (interpretada por Demi Moore, que se rapaba en su carrera militar). “No puedo evitarlo, y puse los ojos en blanco”. Esta es la primera vez que Pinkett Smith habla largo y tendido sobre aquel incidente. Sufre alopecia desde hace años, una enfermedad que puede minar la autoestima y causar graves problemas de salud mental. Y ahora dedica un capítulo de su libro prácticamente a eso, un capítulo llamado: El santo chiste, el santo tortazo y las santas lecciones. Entonces cuenta que lo molesta que se sintió no fue tanto por su propia alopecia, por padecer ella la enfermedad, sino por “la gente que había conocido que estaba en una condición mucho, mucho peor” que la suya. “Era un chiste muy ligero, como muchos dijeron, pero no era sobre mí. Estaba frustrada porque la mayor parte de la gente parece no poder entender cómo de devastadora puede ser la alopecia. Se me rompió el corazón por los que viven con vergüenza, los niños que se han suicidado después de soportar burlas y ataques de sus compañeros de clase. ¿Y, ahora, los Oscars y toda su corrección política, le decían al mundo que era correcto hacer chistes en expensas de una mujer que sufría alopecia?”.

Jada Pinkett y Will Smith, en la gala de los Premios MTV de 1997, en Nueva York.New York Daily News Archive (NY Daily News via Getty Images)

La actriz afirma que no vio “la gravedad de la situación” hasta que Will Smith empezó a gritarle repetidamente a Rock desde su asiento que no pusiera el nombre de su mujer “en su puta boca”… y luego se levantó y le dio el bofetón. “No, no está siendo una función. Incluso ahí sigo sin tener claras las razones por las que Will está tan enfadado. Hemos hecho vidas separadas y estábamos allí como familia, no como marido y mujer. Pero cuando oigo a Will exclamar ‘esposa’ en el caos del momento, sufro un giro interno de: ‘Joder, soy su esposa”.

Se volvió a ver a sí misma con 16 años en una pelea en un bar de su Baltimore natal, tras la que todo estallaba rápidamente por los aires. Se sabía allí, en los Oscars, bien vestida, adulta. “Pero daba igual cuánto crecimiento hubiera experimentado últimamente, mis viejos mecanismos se pusieron en marcha y mi mente corría con: ‘Mierda, si tengo que luchar o correr no puedo, no puedo ni levantarme’. Pero Will y yo estamos juntos en esto”.

Las revelaciones de Pinkett Smith en el libro, del que por ahora solo hay un extracto, se complementan con una entrevista en profundidad en la que habla de cómo fueron los inicios de su relación con el actor. Se conocieron en 1994, cuando ella intentó optar a un papel en la serie El príncipe de Bel Air, que él protagonizaba. Entonces su carrera empezaba a despegar, pero ella se enfrentaba a problemas de salud mental que la hacían estar en tratamiento. “Una vez conocí a Will, abandoné por completo mi salud mental. Estaba completamente intoxicada de él y de nuestra dinámica. Realmente sentí que estaba curada. Él se convirtió en mi droga”. Y dejó de tomarse sus antidepresivos.

Tras su boda en el Año Nuevo de 1997, tuvieron dos hijos: Jaden, en julio de 1998, y Willow, en octubre de 2000. Se convirtieron en una de las parejas más aclamadas de Hollywood, y también de las más observadas. Ellos mismos han contado que su matrimonio ha sufrido altibajos, y que se han hecho sufrir: él llegó a hacerla llorar durante 45 días seguidos, como contó en Red Table Talk, el programa de ella. Además, ambos han tenido aventuras extramatrimoniales: ella contó en verano de 2020, y con el actor delante, que había tenido una aventura con un rapero; un año después él explicó que su relación ya no era monógama y que habían estado varias veces al borde de la separación. De hecho, hace años que él prefiere no usar el término “matrimonio” para referirse a su relación.

En 2011, la pareja vivió una gran pelea tras la fiesta de 40º cumpleaños de la actriz, tal y como Will Smith le contó a Oprah Winfrey en una entrevista una década después: “Nos dimos cuenta de que era una ilusión que pudiéramos hacernos felices el uno al otro. Así que decidimos que ella se haría feliz a sí misma y yo a mí mismo. Y luego, ya felices, volveríamos a la relación, en vez de exigirle al otro que llenara esos vacíos”. Ella ahora vuelve a tratar el tema del matrimonio: “Todavía estamos viendo cómo nos arreglamos. Hemos hecho mucho trabajo duro juntos. Sentimos un amor profundo el uno por el otro y vamos a descubrir cómo es para nosotros”, cuenta en la entrevista con People, explicando que, efectivamente, en esos Oscar de 2022 ya llevaban separados más de seis años.

Además, en la charla con la revista y en el libro, Jada Pinkett Smith habla sobre cómo su hijo Jaden (con quien Smith mantiene una tensa relación desde hace años) le habló de la ayahuasca, explicándole que el padre de un amigo suyo había probado este compuesto alucinógeno y que tenía que escuchar la experiencia. Entonces acudió a una ceremonia de la ayahuasca, donde un chamán suele guiar a los congregados tras hacerles beber una infusión, puesto que sufren alucinaciones muy fuertes. “La ayahuasca me ayudó, me dio nuevas relaciones íntimas conmigo misma que jamás había sentido. Los pensamientos suicidas se marcharon completamente”.

By Leo Nordström

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