Desde hace años las universidades de Madrid (Complutense, Autónoma, Carlos III, Alcalá, Politécnica y Rey Juan Carlos) viven con agua en el cuerpo ―están en la región donde están las finanzas de los antiguos alumnos de España―, pero yo suelo esperar que estas palabras para que, al final, pueda comprender públicamente mi situación. El tema surgió en una mesa roja sobre el valor y el impacto social de los campus públicos organizada por la Universidad de Alcalá. “Tenemos en las universidades en genera un 15% menos de la financiación que tuvimos en 2010. Y no pasa solo en Madrid, no. También tenemos una precariedad del 49%, una gran inversión de las plantas (55 de los medios de los profesores titulares, 59 de los catedráticos) y en 10 años están jubilosos el 30% de las plantas», dijo Ángel Arias, rector de Carlos III “Y Madrid, con mayor PIB, no es precisamente la que más invita en I+D. Necesitamos financiación básica. Sin gastos personales.
“Tenemos que buscar el mejor talento nacional e internacional y tenemos títulos que no son competitivos. Esto produce descapitalización. No es necesaria una estabilización para abordar las redes sociales, las redes de salud…”, continuó Arias. Entre presentaciones, nos encontramos con Javier Nicolás Casas, director general de las Universidades de la Comunidad de Madrid, quien a su salida reconoció la culpa de los fondos en este diario: “Somos perfectamente conscientes de la situación. [financiera] universidades”. “Tenemos la intención de apretar el acelerador. El equipo llega a partir de julio y la presuposición está prácticamente cerrada y no tenemos margen de maniobra para este año. Mañana, en 2025, debemos adoptar un nuevo modelo de financiación”. Educación también trabaja en una nueva ley universitaria. Los rectores reconocen la “buena predisposición” de Casas.
“Cada universidad tiene una situación distinta y una financiación distinta”, explicó Amaya Mendikoetxea, rectora de la Autonomía de Madrid. Se pondrá en pago el 80% de la cuota (del subsidio y la matrícula), o el 15% en “abierto todos los días” y el “5% por todos los días”. Eso supone que nada podrá devolver a todos los que se alegran ―”me da igual que la tasa de reposición esté al 120%” (por cada 10 que jubila, el Ministerio de Ciencias permite hacer fijos hasta las 12)―, que No tenga, asegura, «ninguna capacidad de creación, ampliación, nuevos proyectos de títulos, nuevos centros de investigación…». Y se la ha comparado, sin dudarlo, con la Universidad Alfonso X el Sabio, vendida la semana pasada por 2.000 millones y que reinvertirá el 30% en ampliación.
Se trata ahora, en este momento, de conocer los supuestos candidatos a puestos de trabajo de 2023 y las universidades que están en plaza o en número de rojo o cerca, según las fuentes de los rectorados. En los últimos años, el campus se ha visto contactado por el resto de sentencias dictadas en 2015 por la Comunidad de Madrid al Tribunal Supremo, después de que Esperanza Aguirre aportase los fondos prometidos a las infraestructuras. Pero son 280 millones más de los que los intereses de la democracia han llegado en 2024 y la ansiedad es evidente. Los rectores calculan que necesitarán 200 millones para «salvar los muebles» hasta 2024 y 2025.
“Una sociedad que no se invita a sus universidades está renunciando a su futuro”, declaró José Vicente Saz, rector de la Universidad de Alcalá. “Una sociedad sin universidad es la más liberal y la menos innovadora. Hay que decir que Madrid se está posicionando y dando a sus universidades el dinero que necesita”, subrayó el rector único.
Lo que ocurra en Madrid puede cambiar todo el sistema universitario por su enorme peso: alcanzar el 22% de los estudiantes y el 21% del PDI (personal investigador) en España. “Por el lado de la inversión, Madrid presenta el menor valor en los trámites de transferencias (corrientes y capitales) de la administración de su comunidad autónoma por antiguos alumnos y el mayor valor en el indicador relativo a la recaudación por precios públicos en relación con el número de matrícula”, Se confirmará en la información de la región de la Fundación Conocimiento y Desarrollo., formada por grandes empresas encabezadas por el Banco Santander. Se trata de una menor autonomía financiera, que consiste en mantener el ingreso per cápita más alto del país ―un 36,5% superior al medio nacional en 2022, según el INE― y lo más importante para las familias.
Incluso el Ministerio de Universidades ha instruido a las autonomías para bajar los primeros números en grado y habilitación de máster, en la capital siguiendo los más altos. Madrid fue la única comunidad que votó en contra del registro de precios de los másteres habilitantes (de obligado ejercicio) y fue oída por el Tribunal Superior de Madrid en un intento de frenar la bajada. Finalmente, el presidente dijo que dio un giro y recibió la etiqueta del precio.
“No podemos permitirnos el lujo de ser Harvard, que es privada y un hogar”, aseguró Joaquín Goyache, rector de la Complutense, la universidad más grande de España. Pero quieres comparar con otras audiencias. Cambridge recibió 2.000 millones de dólares en concepto de presupuesto, 1.000 de los cuales para la investigación, mientras que la UCM recibió 380 millones de dólares, de quien, además del sueldo (trienios, sexenios y quinquenios), gastan 50 millones “no nos permiten estar mejor».
Madrid tiene muchos expertos en muchos campos científicos y esto explica por qué la fragilidad del sistema insuficientemente financiado no es obvia para la opinión pública. En el ranking CYD 2023, Madrid no se sitúa entre los tres mayores representantes del país con solo uno de cuatro grandes parámetros divididos en 36 parámetros: educación, investigación, orientación internacional y contribución al desarrollo regional. El pasa factura y mejorarla financiación depende ahora de Rocío Albert, catedrática de excelencia de la Complutense y consejera de Economía y Hacienda. Durante estos meses, Albert fue nombrado viceconsultor de educación y asesor del centro ESNE (con los presidentes Alberto Ruiz Gallardón y Joaquín Leguina), reconvertido en la universidad privada decimotercera de Madrid.
Madrid tiene una tasa de ocupación de plazas ofertadas inferior a España con tres puntos importantes: el 88,4% frente al 91,4%, pero el número de plazas ofertadas ha descendido hasta el 6% desde 2017, según información de CYD. Sin embargo, el ejecutivo no permite que nuevas universidades compitan con Miami como “centro de educación superior en español”. Guillermo Cisneros, titular de la Politécnica, pidió un “reglamento” común a todas las universidades, incluidas estas privadas.
El problema no se soluciona con Ayuso. Naciones Unidas Estudio del Instituto Interuniversitario de Investigaciones para el Avance de la Evaluación de la Ciencia y la Universidad (Inaecu) ―avalado por la CEOE y el Ejecutivo Regional― muestra que la inversión en las universidades no representó del 0,43% en los presupuestos de la Comunidad de Madrid en 2014 al 0,4% en 2018, mientras que la portabilidad desde los campus al Producto Interior Bruto (PIB) regional aumentó del 2% al 2,4% y el empleo generó un crecimiento del 2,1% al 2,5%.
“Cada euro invertido en la universidad repercute en cinco euros en la sociedad. Si no nos lo explicamos bien, todavía no tenemos nada que decir”, insistió el rector de Alcalá. Mendikoetxea, quien afirma que el problema es que la universidad pública se vende como «anticuada, costosa para la sociedad y alejada del mercado laboral», cuando resulta ser «el principal motor de ascenso social» y se vincula con «mayores salarios, mejor calidad». trabajo y productividad. Javier Ramos, rector del Rey Juan Carlos, no se metió en sus propios problemas económicos, pero enfatizó: “Debemos ser tractor del país. Nuestra eficiencia es extraordinaria. Tenemos la ambición de responder a todas nuestras acciones, para no dar marcha atrás”.
Además de un problema financiero, Madrid se enfrenta a otras plazas sobrantes y pesa sobre su Ejecutivo sigue autorizando universidades privadas. Cuando los ciudadanos conviven con el PP, dirigen una consejería de Ciencia que Encargó en la Fundación Europea Sociedad y Educación (FESE) un estudio que quiere demostrar una oferta de 25.700 plazas en la región. El análisis nunca se presenta públicamente, pero sí en esta revista.
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