Mark Bryant, el estadounidense que toma la medida de los tiroteos masivos

Mark Bryant, el estadounidense que toma la medida de los tiroteos masivos

Mark Bryant, en su casa de Lexington, Kentucky, el 11 de agosto de 2022.

Mark Bryant puso un vaso de Coca-Cola cerca de él. Son las 4 de la tarde en Lexington, Kentucky, y la jornada laboral de este estadounidense de 68 años promete ser larga. Sentado en un viejo sillón de cuero, el hombre escanea las pantallas de las computadoras frente a él.

Su trabajo es tan atípico como deprimente: cuenta los muertos y heridos de bala en Estados Unidos. Una obra de Sísifo, en un país donde el derecho a portar un arma está protegido por la segunda enmienda de la Constitución.

Entre los quince tiroteos del fin de semana anterior, el del sábado 6 de mayo fue especialmente impactante. Un hombre abrió fuego con una escopeta semiautomática en un centro comercial en Allen, Texas. Ocho clientes, incluidos tres niños, murieron y otros siete resultaron heridos antes de que dispararan al tirador. Un drama lamentablemente demasiado familiar en el país.

Actualizado en menos de setenta y dos horas

Desde la oficina que instaló en el piso de su casa, Mark Bryant, de larga barba blanca y pequeños anteojos redondos, dirige Gun Violence Archive (GVA), una organización sin fines de lucro que se ha vuelto imprescindible. De New York Times a la Corte Suprema, las cifras de su página web, a la que se puede acceder de forma gratuita, consulte. Un orgullo para quien lo montó hace diez años. Si el FBI o los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades publican datos sobre el tema, son menos exhaustivos y reactivos.

Bajo la presión del lobby a favor de las armas de fuego, una ley también ha restringido durante mucho tiempo la posibilidad de que los organismos públicos realicen investigaciones sobre el tema. Por su parte, el Archivo de Violencia Armada especifica el lugar y la fecha de cada disparo, si hay niños entre las víctimas, si se trata de un hecho doméstico, involuntario, defensivo, si interviene la policía… Todo ello actualizado en menos de setenta y cinco dos horas. “Es una contribución invaluable en comparación con lo que producen las agencias gubernamentales”. dice Michael Siegel, profesor de salud pública en la Universidad de Boston.

Para lograr este titánico trabajo, Mark Bryant se apoya en un equipo de veinticuatro personas que trabajan desde casa. Todos escanean la Web, las noticias de los medios, la policía, las redes sociales y recuperan sus fuentes. Una guía gruesa sirve como referencia. Si bien el FBI caracteriza un “tiroteo masivo” como cuatro personas muertas sin contar al tirador, no existe una definición oficial de “tiroteo masivo”.

GVA ha optado por clasificar cualquier noticia en la que al menos cuatro personas hayan resultado heridas de bala, a excepción del homicida. Recogida por la mayoría de los medios, esta determinación es considerada demasiado amplia por los partidarios de las armas de fuego. Mark Bryant lo niega. “Si solo miras el número de muertos, extrañas a todos los que resultaron heridos, terminaron en sillas de ruedas o cambiaron sus vidas para siempre. »

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By Leo Nordström

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