lEl fútbol profesional francés se salva, al menos, de una guerra interna. La asamblea general de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) volvió a validar, por amplia mayoría, el acuerdo firmado con el fondo luxemburgués CVC Capital Partners, que se opuso al Le Havre Athletic Club. El HAC se considera, con razón, perjudicado por una “impensación jurídica” del reparto de los providenciales mil millones y medio de euros pagados a los clubes por este fondo.
El episodio, sin embargo, pone en duda el acuerdo mucho más allá de esta disputa, y se espera con preocupación su viabilidad a largo plazo. Menos aún en abril de 2022, cuando los clubes franceses se vieron acorralados por la crisis del Covid-19 y, sobre todo, por el impago de la emisora Mediapro en el otoño de 2020.
Con los derechos de retransmisión reducidos de 1.153 millones de euros a 700 millones, acogieron este golpe de suerte como un salvavidas, sin analizar necesariamente las condiciones ni su alcance. A cambio, CVC adquirió el 13% de la nueva sociedad comercial –LFP Media– creada con la Liga (gracias a una disposición legislativa adoptada apresuradamente) y recibirá el mismo porcentaje de los ingresos del fútbol profesional, sin límite de tiempo.
Anualidad garantizada
¿Podemos navegar lejos con un salvavidas? Las primeras dudas surgieron de la observación de que el mismo fondo firmó un contrato más ventajoso con la Liga española, aunque excluyera al FC Barcelona y al Real Madrid: el 8% de los ingresos durante cincuenta años frente a dos mil millones de euros.
La Serie A italiana ha renunciado a cerrar un acuerdo análogo con CVC en 2022. En mayo, el fútbol profesional alemán rechazó la propuesta de crear otro fondo (2.000 millones de euros frente al 12,5% de los ingresos durante veinte años), creyendo que esto pondría en peligro recursos, obligaría a rendir cuentas ante este arrendador y no ante el público, y conduciría a un aumento del precio de las entradas y de los abonos a los organismos de radiodifusión.
Además de la fuerte pérdida de ingresos, las provisiones revelado por El equipo conceder a CVC importantes derechos de supervisión y veto, y protegerla de diversos peligros: caída de los derechos de retransmisión, resultados financieros menos buenos de lo esperado e incluso una posible salida del Paris Saint-Germain (PSG) en una liga cerrada.
Anualidad garantizada para CVC, incertidumbre para los clubes: han hipotecado su futuro por un hipotético beneficio. El inversor ciertamente debe contribuir a la promoción de la Ligue 1 y sus derechos (es de su interés), pero podemos preocuparnos por las prerrogativas estratégicas que se le han confiado y que le permitirán, para optimizar su inversión, priorizar a los grandes clubes.
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