El domingo 11 de junio el evento fue tanto en el suelo como en las gradas. Por primera vez desde el inicio de la quincena, el público de la Central de Roland-Garros no desertó antes de finalizar el partido, una mala costumbre adquirida desde el inicio del torneo -cuando no estaban De hecho, no practica la política de la silla vacía, un flagelo desastroso para la imagen de una cita que se enorgullece de estar agotada.
A pesar de un escenario unilateral, los 15.000 espectadores de la final no pensaron perder ni una miga del momento de trascendencia histórica. Ver triunfar a Novak Djokovic sensible a su tercera Coupe des Mousquetaires, a costa del noruego Casper Ruud, finalista saliente (7-6 [7-1], 6-3, 7-5). Pero, sobre todo, gana sus 23mi título de Grand Slam, lo que lo convierte en el más grande, aritméticamente. El serbio se une a la estadounidense Serena William en la historia de su deporte y deja en el camino a su rival español Rafael Nadal (22), ganador en París en 2022.
“No quiero afirmar que soy el más grande, eso sería una falta de respeto a los campeones que marcaron épocas anteriores, ese debate lo dejo para otros, pero este trofeo es una confirmación más de la calidad del tenis que todavía soy capaz de hacer”. productor, dio la bienvenida al serbio, que este lunes recuperó el trono que había dejado a Carlos Alcaraz en vísperas del inicio del plazo parisino.
Este año, la ausencia de Nadal, convaleciente, había abierto el cuadro a todos los vientos, se escuchaba desde la formalización del paquete del vigente campeón, el pasado 18 de mayo. Los pretendientes se empujaron en la Porte d’Auteuil, donde el mallorquín impuso una monarquía casi absoluta durante casi veinte años. Prometíamos esta añada 2023 aderezada con un nuevo suspenso.
Kylian Mbappé y Tom Brady en la grada
Fue olvidar un poco rápido la ley del “Djoker”: Novak Djokovic nunca se trasciende tanto como en el mejor de cinco rounds. “Tan pronto como llegué aquí me sentí mejor que las semanas anteriores. Sabía que la mayoría de los muchachos sienten mucha presión para enfrentarme en este formato, y eso es exactamente lo que quiero”, insistió el domingo por la tarde cuando, como símbolo, la tormenta cayó sobre la Porte d’Auteuil al final de una quincena rarísima sin lluvia.
Sin embargo, Casper Ruud (nº 4 del mundo) aprendió de su derrota contra Nadal el año pasado, regresando con fuerza en la final cuando su oponente (nº 3) fue superado por el peso de la historia, bajo los ojos de todo su clan. y un elenco de cinco estrellas que reúne a Tom Brady, Kylian Mbappé e incluso Mike Tyson. Pero frente a su hermano menor que nunca lo había vencido, el mayor se apresuró a hacer hablar de su rango.
Te queda el 59,87% de este artículo por leer. Lo siguiente es solo para suscriptores.