Medellín y su área metropolitana han experimentado cambios significativos en el mercado de alquiler en los últimos años, con una creciente preferencia por alquileres de corto plazo frente a los tradicionales.
Entre 2022 y 2023 se observó una falta de oferta de estos alquileres turísticos, provocando que los precios subieran hasta un 20%. La mayoría de estos inmuebles se ubican en los municipios 11 (Laureles-Estadio) y 14 (El Poblado), con 2.928 y 4.241 viviendas respectivamente para este tipo de alquiler.
El concejal Alejandro de Bedout, que preside la comisión dedicada a este tema, señaló que este fenómeno ha ejercido una fuerte presión sobre los alquileres tradicionales y, además, ha generado problemas de convivencia por el comportamiento inadecuado de algunos inquilinos.
A los propietarios les resulta más rentable alquilar sus propiedades día a día a través de plataformas digitales, lo que ha reducido la disponibilidad de alquileres a largo plazo y ha dificultado que los residentes locales encuentren viviendas asequibles.
La alcaldía de Medellín aclaró que el objetivo no es demonizar a las empresas de alquiler turístico, sino regularlas adecuadamente. Esto incluye la introducción del Registro Nacional de Turismo, la autorización en las normas de propiedad horizontal y la ubicación en zonas permitidas.
Lina Méndez de la Unidad de Ordenamiento Territorial enfatizó que el Plan de Ordenamiento Territorial permite viviendas turísticas sólo en zonas de combinación media y alta donde se puedan combinar diferentes usos del suelo.
Además, en los últimos meses se han denunciado más de 20 operaciones para cerrar servicios ilegales de alojamiento turístico en zonas residenciales.
Federico Estrada, gerente de la Bolsa de Bienes Raíces, enfatizó que los nuevos proyectos orientados al turismo son una excelente oportunidad de inversión, pero destacó la importancia de que estas actividades se realicen dentro de un marco legal y evitar su implementación en viviendas no autorizadas.
