Un compromiso clásico, limitado e imperfecto. Pero un compromiso esencial, que permitirá a Estados Unidos retroceder ante un precipicio financiero. Este es el acuerdo en principio alcanzado el sábado 27 de mayo entre la Casa Blanca y los negociadores republicanos en la Cámara de Representantes, en cuanto a la elevación del techo de la deuda y los recortes que se imponen en el cambio. Este acuerdo, que aún deberá ser votado por la Cámara el 31 de mayo y luego por el Senado, antes de ser firmado por Joe Biden, representa la única forma posible de evitar un incumplimiento por parte del Estado Federal de sus obligaciones financieras (cuentas de gastos). y deudas) a principios de junio.
A diferencia de anteriores aumentos en el techo de la deuda, la mayoría republicana en la Cámara quería esta vez vincular esta medida a un límite al gasto del gobierno federal. Tras negarse durante mucho tiempo, Joe Biden tuvo que aceptar los parámetros de esta negociación. El aumento de estos gastos se congelará en 2024 y se limitará al 1% en 2025, excepto en el sector militar. A cambio, elevar el techo de la deuda en este bienio podría sacar este tema del campo de la confrontación partidista, antes de las elecciones presidenciales de noviembre de 2024.
Varias semanas de tensas negociaciones, intercaladas con acusaciones mutuas de chantaje e irresponsabilidad, tuvieron lugar entre las dos partes. La expectación aumentó, mientras el calendario parecía cada vez más restrictivo, antes de que Estados Unidos alcanzara el techo de endeudamiento fijado por el Congreso en 31.381 millones de dólares (unos 29.000 millones de euros). Hasta el punto de que algunos asesores de la Casa Blanca estaban estudiando de cerca la hipótesis de eludir al Congreso e invocar la Decimocuarta Enmienda a la Constitución estadounidense. Adoptada en 1868, especifica que “la vigencia de la deuda pública […] no será cuestionado”. Pero este recurso habría conducido inevitablemente a desafíos legales.
En cambio, Joe Biden y el presidente de la Cámara, Kevin McCarthy (California), lograron avanzar el uno hacia el otro. En un comunicado de prensa el sábado por la noche, el presidente estadounidense obtuvo este acuerdo, “representando un compromiso” Y “buenas noticias para el pueblo estadounidense, ya que evitaría lo que podría haber sido un incumplimiento catastrófico y conduciría a una recesión económica”. Joe Biden cree que las prioridades demócratas y los textos legislativos ya votados desde hace dos años siguen intactos.
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