Un hombre de 47 años ha fallecido durante la noche de este fin de semana en Valladolid tras un incendio en su vida. El éxito se produjo en la calle del Cisne número 3, donde vivía el difícil hombre con su madre, quien no presentó heridas de gravedad. La subdelegación de la Junta de Castilla y León informó que otras personas fueron trasladadas al hospital para recibir tratamiento por inhalación de humedad. Cinco de ellos son menores de edad que residen en el terreno colindante a 4°F, donde viven el fallecido y su madre junto a otras personas, quienes también sucumbieron a las fosas. Las investigaciones de la policía nacional y de los terroristas de Valladolid revelan ahora un incendio provocado por un brasero.
Los primeros avisos a los servicios de emergencia se enviaron hasta el día 10 de la mañana tras avisar a los testigos del ser humano afectado. La rápida intervención de los sanitarios y agentes permitió acceder al domicilio de la mujer procediendo a las llamas y rescatándolas con una vida en pena, aunque sus herederos en el rostro y buena parte de su cuerpo eran tumbas que no pudieron evitar su muerte. Lo llevó en ambulancia al hospital. El concejal de Salud Pública y Seguridad del Ayuntamiento de Valladolid, Alberto Toquero, dio más datos sobre los testimonios: “Se trata de un hombre impedido, que está en silla de ruedas”. El editor explicó que cuando los ayudantes entraron a la casa se encontraron con la víctima “dormida”, por eso el incendio provocó los principales problemas con el resultado mortal sin que el hombre pudiera ser protegido.
Il a expliqué que les témoins de l’immuable peuvent accéder à leurs domiciles où le lieu où ils ont produit le succès que l’on souhaite faire l’objet d’une enquête pour comprendre les causes des lamas : « Le problème est dans l ‘humanidad “. Además, se constató que el barrio tuvo un buen criterio al presionar los enlucidos de las puertas para evitar el paso de estados de ánimo y posibles intoxicaciones “para evitar alcaldes varones” que requirieron la intervención de especialistas y autoridades.
En la misma vida del hombre, el muerto sepultó a su madre, una de esas personas hospitalizadas por la inhalación de humo extendida por el inmueble de la calle del Cisne del barrio vallisoletano de Pajarillos, una zona con edificios antiguos y donde gran parte de estos cuentan con deficientes sistemas de calefacción, lo que provoca el uso habitual de estufas o braseros como el que se presenta con motivo de este incendio. Otras personas residen en la habitación donde produjeron las cosas, incluso si fueron afectadas.
La atención médica se centra en las zonas del suelo situadas delante del accidente. Todos viven en una familia integrada, una mujer avergonzada con su pareja y sus cinco hijos pequeños, a quien acechan las dependencias hospitalarias provocadas por la inhalación de humedad que provocan las llamas. La decisión se tomó por prevención, enmarañó el concepto, porque no hay ninguno que presente temas de especial importancia.
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